Semblanza del pregonero del 50 Aniversario

El próximo 11 de octubre asistiremos al pregón con motivo del L Aniversario de la Coronación proclamada Canónica de nuestra Bendita Madre de las Angustias, dentro de los actos para celebrar este hecho sin precedentes, que cambió para siempre el devenir de la vida cofrade, religiosa y social de este milenario pueblo.

La Junta de Oficiales de nuestra querida Hermandad, ha tenido a bien designar como pregonero a nuestro hermano José Eduardo Romero Fernández; y a los que subscriben les ha correspondido la grata y honrosa tarea de hacer esta semblanza de nuestro querido hermano “Joselito”.

Hablar del hermano de Vera-Cruz José Eduardo Romero Fernández es hablar de los últimos 50 años de la historia de ésta por cinco veces centenaria Hermandad. Joselito representa lo que es el verdadero espíritu Vera-Cruz, una entrega absoluta a los demás, una inquebrantable fidelidad a unos principios cristianos que han sido su santo y seña en todos los ámbitos de su vida, de ahí su dedicación en cuerpo y alma a nuestra querida Hermandad donde él ha podido a lo largo de toda su vida manifestar su Fe en nuestros Amantísimos Titulares, a los que tiene como norte y guía, a los que encomienda todas sus ilusiones y proyectos, en quienes confía y busca consuelo en los momentos de zozobra y de quienes primero se acuerda cuando mira al cielo para agradecer un bien concedido.

De la misma forma la virtud teologal de la Caridad la ha sabido enarbolar como bandera en todos y cada uno de los proyectos que a lo largo de su trayectoria como hermano, miembro de Junta de oficiales y Hermano Mayor ha desarrollado en su vida cofrade, siendo el buque insignia de dichos proyectos hecho realidad, su querida Residencia de Mayores Virgen de las Angustias.

Igualmente, la virtud de la Esperanza ha sido otro de sus anhelos y causa de muchos desvelos, esperanza en el futuro de los más jóvenes dentro de la vida de Hermandad.  El grupo de Formación fue una apuesta personal a la que dedicó muchas horas de trabajo y hoy es una hermosa realidad. El campamento Vera-Cruz, cantera de buenos cofrades que nace a raíz de la formación del Grupo Joven del que nuestro hermano es participe desde sus inicios.

Podríamos contar con detalle lo mucho que nuestro hermano Joselito ha aportado durante toda una vida dedicada a su Hermandad como testigo directo de los hitos más relevantes de nuestra Corporación en las últimas décadas, aunque para ello sería necesario ocupar un espacio del que no disponemos y de alguna manera estaríamos adelantando parte de lo que él mismo nos contará con extremada humildad y en primera persona en su esperado pregón.

Pero la parte menos conocida de nuestro Hermano y sin duda la más importante para quienes suscribimos esta semblanza, es aquella que hace referencia a su lado más personal como Hermano Mayor y Crucero y que hemos tenido la dicha de haber vivido y compartido junto a él en la historia reciente de nuestra Hermandad.

Persona, cofrade y amigo de incalculable valor; de elegantes maneras, siempre la palabra justa; instruido en el uso de los silencios.

Hermano Mayor que supo engranar con extremada delicadeza y respeto lo mucho que recibíamos de nuestros mayores, con unos tiempos que requerían una nueva manera de vivir las hermandades, con nuevas exigencias, responsabilidades y compromisos, todo ello sin desviarse lo más mínimo de una arraigada y singular manera de hacer las cosas, lo que desde siempre nos ha otorgado un sello distintivo, que ni mejor ni peor que otros, ha hecho que nos sintamos profundamente orgullos de ser cruceros.

Conocedor como pocos de la historia y singularidad de nuestra Hermandad, Joselito ha sido y es para muchos de nosotros el ejemplo de crucero. El hermano que no deja indiferente a nadie. Trabajador incansable, observador inteligente, persona recta en sus convicciones, generoso en la entrega, amigo y hermano leal.

Si habláramos en términos de desarrollo, adaptación y prosperidad, nuestro pregonero fue desde muy joven, protagonista y piedra angular en la cimentación de la que hoy es una corporación que sorprende por su vitalidad, acorde a unos nuevos tiempos y con gran proyección de futuro. Esta simiente germinó en una Hermandad más fuerte, unida y generosa que entendió el nuevo proyecto reformador como una oportunidad de avanzar de manera unida y con paso firme. Mucho de lo que hoy somos, se lo debemos a Hermanos como él.

Gracias, José Eduardo Romero Fernández , por ser nuestro Hermano Mayor.

 

Antonio Domínguez Fresco

Manuel G. Velasco González

Angustias de la Cruz Velázquez Mazuecos