Procesión de traslado de los Titulares a la Parroquia. Un sueño hecho realidad.

El pasado sábado, 9 de octubre, el Santísimo Cristo de las Vera-Cruz y María Santísima de las Angustias Coronada eran trasladados a la Parroquia de Alcalá del Río, donde se celebran los cultos extraordinarios por el 50 Aniversario de la Coronación de la Virgen.

En un Calvario dispuesto en el paso procesional del Santísimo Cristo, tal y como se viviera el 10 de octubre de 1971 tras la Coronación de manos del Cardenal Bueno Monreal, o en el XXV Aniversario y proclamación Canónica, en 1996, María Santísima de las Angustias se mostraba radiante a los pies del Santísimo Cristo: una explosión de luz que nos devolvía la esperanza.

De este modo, una vez concluida la Santa Misa ante nuestros Titulares en la Ermita de San Gregorio, el cortejo procesional comenzó a discurrir a las 10:00 horas. Celebramos esta Eucaristía como acción de gracias por este sueño hecho realidad, disponiendo nuestras almas para reconciliarnos con Cristo, compartiendo el pan y el vino transformados en el cuerpo y la sangre del Señor, unidos en una sola carne y agradeciendo el regalo de la fe.

Las puertas de la Capilla se volvieron a abrir para que en Alcalá del Río volviera a florecer la primavera en una mañana de otoño. La Virgen de las Angustias, ataviada de blanco -estrenaba un manto de Genoveva Rodríguez y saya de Mariano Martín Santoja- resplandecía portando la presea de oro con la que el Cardenal Bueno Monreal la coronara hace ahora 50 años. Su Bendito Hijo, sol de los alcalareños, sobre monte de claveles bendecía a los alcalareños. El acompañamiento musical vino de la querida banda del Maestro Tejera.

“Una Señora vestida de blanco, que brillaba más que el sol, de quien irradiaban unos rayos de luz clara e intensa, en la mano derecha llevaba un rosario y los niños quedaron inmersos en la luz que los rodeaba…”

Esta descripción de la aparición de la Virgen en Fátima pudiera ser fiel  reflejo de cómo nos sentimos ante la presencia de María Santísima de las Angustias en esta jubilosa y extraordinaria mañana de gloria. “Yo vengo del cielo",  respondió la Virgen ante la inquietud de los niños y a ese mismo cielo nos ha elevado en esta mañana rebosante de grandeza, luz, oración y dulce espera.

Los cruceros esperamos por mucho tiempo y no perdimos la fe, la que nos sostiene, nos alimenta, y nos fortalece: soñamos con verla a los pies de Su amado Hijo, emulando aquella aciaga tarde en la que por amor infinito expiraba en el madero. Y la providencia y el poder del Santísimo Cristo, con la mediación de Su Madre, ha derramado sus Bendiciones.

Muchas súplicas elevamos al cielo para que este instante de luz infinita y gloria sublime nos alcanzara. Para que la Virgen de las Angustias, no solo asomara al dintel de San Gregorio,  como ya lo hizo en febrero, sino que radiante, majestuosa, a los pies de Su Hijo y a hombros de todos los nazarenos de paso de la Hermandad,  atravesara ese dintel repartiendo caridad, consuelo, salud, gracia y magnanimidad por las calles de nuestro pueblo: como Reina Universal y Amparo de la Fe.

Así, en esta sublime mañana, el cortejo, formado por Hermanos y Hermanas que, particularmente, iban ataviadas con mantilla blanca, discurrió por la plaza de San Gregorio, Coronel García-Baquero, Real de Castilla, Ilipa Magna, Plaza de España, Cristóbal Colón, Reyes Católicos, Blas Infante, Plaza del Calvario, Hermanos Merchante, Padre Ruiz Páez, para hacer la entrada en la Parroquia a las 13:45 horas. Todo el recorrido, perfumado con nardo y repleto de romero para recibir a la Madre del Cristo Coronada. 

Durante el recorrido, se admiraron estampas inéditas, despertando en todo momento gran júbilo y fervor entre los cruceros y la multitud de devotos que acompañaron en todo momento a los Titulares: la emoción incontenible y sincera de la salida de la Ermita; el homenaje a los mayores de la Residencia “Virgen de las Angustias” y a los Hermanos difuntos del Columbario, al pasar por el Edificio Vera-Cruz; las numerosas lluvias de pétalos; el baño de luz que envolvía el bellísimo rostro de nuestra Madre de las Angustias; el engalanamiento que lucía como nunca antes por las calles del pueblo y las casas de los Hermanos con colgaduras, resposteros y guirnaldas; la magistral interpretación de la banda Maestro Tejera; y por lo extraordinaria que ha sido, en sí, esta procesión. Ha sido la primera en Alcalá del Río, celebrándola, además, en tiempo y forma para orgullo de los cruceros y de Alcalá del Río.

Danos Siempre Tu Amor.

Para acceder a la retransmisión, pulse aquí (primera parte) (segunda parte).