CONTEXTO DEL ANIVERSARIO
La Coronación de 1971 significó, como se ha reiterado a lo largo de este web, un impulso de renovación que ha marcado definitivamente el devenir cofrade de toda una Hermandad y que, igualmente, ha tenido un efecto expansivo en el pueblo que la vio nacer. Y este evento, que tanta repercusión ha tenido en la reciente historia de Alcalá del Río, ha deparado un epílogo que, en forma de trilogía simbólica, se manifiesta en todo su esplendor veinticinco años después. Esa trilogía la forman el XXV Aniversario de aquella Coronación y su Proclamación Canónica, la Bendición e Inauguración de la Residencia de Mayores Virgen de las Angustias, y la Solemne Bendición e Inauguración del Edificio Vera-Cruz, con la que se pone fin a una fructífera singladura de más de tres décadas. Aunque para facilitar al lector el mejor conocimiento de todo cuanto ha acontecido en estos años dividamos este fenómeno en tres apartados diferentes, no debemos perder de vista la interrelación existente entre ellos.
La Hermandad entra en una fase determinante de su vasta historia. Los proyectos que se encontraban aparcados en espera de la resolución del pleito que impusieran contra esta hermandad comienzan a fluir y a brotar por los poros de una institución que ha estado demasiado tiempo atada sin poder expresar, sin poner de manifiesto el frenético ritmo que la ha caracterizado a lo largo de su larga trayectoria histórica. Y en este momento, estamos hablando del año 1994, libre ya de ataduras legales (siempre gracias a Dios y a la cordura de la justicia), la Hermandad opta por la realización de una gran obra social para adaptarse a las exigencias que deparan los nuevos tiempos, para hacerse acreedora al alto grado de dignidad que exige su historia, y para corresponder a la altura moral de su cuerpo de hermanos. Pero, tal vez porque así se manifestó la voluntad del Santísimo Cristo, el final de aquella pesadilla y, como se ha apuntado, el firme anhelo de constituir una gran obra social, viene a coincidir en el tiempo con la efeméride de que aquella Coronación de 1971 estaba próxima a cumplir su XXV Aniversario.
Acercándose las fechas, y en atención a que las últimas reformas en la Santa Sede otorgan al Obispo de la Diócesis la facultad de decidir sobre la coronación de una imagen de la Virgen, en Julio de 1995, y dentro del programa de actos con motivo del XXV Aniversario, se comienza a andar el camino para obtener el reconocimiento canónico de aquella Coronación, aprovechando la nueva legislación canónica en materia de culto y liturgia. A todos sorprendió la rapidez de la respuesta positiva obtenida de la Iglesia que, en septiembre de ese mismo año, confirma verbalmente que la Hermandad no sólo celebrará en 1996 el XXV Aniversario de la Coronación de María Santísima, sino que además podrá proclamar, con todas las bendiciones de la Iglesia, el carácter canónico de aquella Coronación de 1971 por cuanto se cumplen los requisitos necesarios para que sea reconocida por la diócesis la ancestral devoción a la Madre de Dios, María Santísima de las Angustias, por los alcalareños. El 29 de Abril de 1996, día de Santa Catalina de Siena, esta confirmación verbal se ve formalmente ratificada mediante Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, con número de protocolo 1138/96.