ACCIÓN DE GRACIAS Y ENCUENTRO DE LOS HERMANOS DE VERA-CRUZ.

El pasado jueves, 21 de octubre, una vez concluido el Santo Rosario ante nuestros Amantísimos Titulares, en la Capilla de San Gregorio, tuvo lugar un acto de acción de gracias y encuentro de los Hermanos de la Vera-Cruz.

Con este pequeño gesto, orando ante nuestro Cristo de la Vera-Cruz y Su Madre, María Santísima de la Angustias Coronada, el Hermano Mayor y su Junta de Gobierno quisieron agradecer públicamente el esfuerzo y la dedicación de los Hermanos con motivo de la organización de los actos y cultos del L Aniversario de la Coronación de la Virgen.

Al finalizar este acto, en la Plaza de San Gregorio, nuestra Hermandad ofreció a todos los presentes un ágape donde convivimos en fraternidad y con el espíritu rebosante de plenitud por todos los días vividos. Los cruceros de Alcalá del Río tenemos mucho que agradecer a Dios.

Aprovechamos esta comunicación para compartir con todos nuestros Hermanos y Hermanas uno de los documentos audiovisuales que se emitieron en “la Noche en verde” (PULSE AQUÍ), en el cual se refleja a la perfección el trabajo y compromiso sincero de los cruceros con su Hermandad y con su pueblo. Todos estamos de acuerdo que siempre el esfuerzo tiene su recompensa, y Dios nos ha bendecido a los cruceros trayéndonos la gloria celestial, de nuevo, a las calles de Alcalá del Río. No cabe más orgullo, más satisfacción y más plenitud.

A lo largo de estos días emitiremos en nuestros medios pequeñas reseñas sobre el loable trabajo de cada grupo organizativo del Aniversario.

Con las palabras de agradecimiento a los Hermanos con las que se cerró este acto, concluimos esta reseña:

<<Gracias y mil gracias a nuestros Hermanos del grupo de priostía; al equipo de vestidores; al equipo de limpieza y mantenimiento; a las Hermanas de la costura; a los diferentes equipos de la Diputación Mayor de Gobierno: diputados de tramos, ciriales, acólitos, incensarios, Hermanas del pedimento, y acólitos del altar. Al gran equipo de engalanamiento de nuestro pueblo; a los Hermanos que han ofrecido donaciones; a los nazarenos de paso y los Hermanos de insignia o vela; al grupo de liturgia; a nuestra coral polifónica; al equipo de comunicación; a los encargados de protocolo, y al Grupo Joven. Y a todos los Hermanos de la Vera-Cruz de Cristo que nuestra Madre Coronada os colme de bendiciones.

Y ante ellos damos gracias, con la oración que realizó nuestro Hermano Mayor en la Eucaristía Estacional del pasado 10 de octubre:

“Nos encontramos ante la responsabilidad de hablar en nombre de toda una Hermandad con varios siglos de historia, alrededor de la fe inquebrantable en Dios nuestro Señor y en su Bendita Madre. Y quisiera comenzar dando gracias a Dios por lo mucho que hemos compartido durante ese camino de fe de estos 50 años. Doy gracias a Dios porque dicho camino lo hemos recorrido no de cualquier manera sino JUNTOS, cohesionados por el mensaje eterno que nos alentó Jesús: “Id y predicad el Evangelio por todo el mundo” promoviendo el compromiso social del cristiano con las necesidades de los demás.

Somos conscientes que este Compromiso no ha estado exento de dificultades. Ha sido el madero nuestro timón en las adversidades, nuestro temple en el desconcierto y nuestra seña de identidad.

Doy gracias al Cristo de la Vera-Cruz y a su Bendita Madre de las Angustias porque hace 50 años el Cardenal Bueno Monreal nos compelió a que siguiéramos el camino trazado, y hoy seguimos caminando con la misma decisión y bajo un mismo lema: “Toma tu Cruz y Sígueme”.

El 50 Aniversario no cierra una etapa, al contrario, abre otra nueva de apostolado para toda la Hermandad.  Continuemos con la misión evangelizadora que se catapultó a partir del año 1971 con el objetivo de mantener una profunda fraternidad, una auténtica transformación de cada persona y de toda la sociedad; porque mantenernos atentos a las preguntas que se hace la sociedad para responder con el Evangelio es la mejor reacción en estos tiempos donde todo es provisional y líquido.

Hoy comienza una etapa que no es nueva. Es la de siempre. Luchar a contracorriente contra las injusticias del mundo pegados a la Cruz. La alegría de la fecha no nos debe distraer que nuestra atención debemos fijarla en los espacios que nadie quiere: en el necesitado, en aquéllos que se encuentran perdidos en sus vidas, en el excluido o en el que no encuentra consuelo a sus circunstancias.

Hoy, Hermanos, es importante preguntarnos: ¿qué hemos hecho como Hermandad en estos 50 años? ¿Hemos cumplido con nuestra historia de Siglos?

El mandato de Cristo de ir y evangelizar a todos los pueblos de la tierra tiene hoy más sentido que nunca. Y las Hermandades debemos portar esa bandera de esperanza. Hoy, termino mis palabras con un profundo sentimiento de agradecimiento hacia vosotros hermanos de la Vera-Cruz, a los que estáis y a los que ya se encuentran al lado de nuestra Bendita Madre. Y pongo esta plegaria en el cielo:

Tanta gracia que derrama

El que murió en una Cruz

y engrandeció nuestra nada.

No hubo una Angustia más bella.

La alteza eres Tú,

Bella Angustias Coronada”. 

El Hermano Mayor.>>